El montaje de valla de jardín es indispensable para mantener nuestro espacio exterior en orden, protegido y con el que podemos cambiar la imagen de nuestro jardín, limitarlo o unificarlo.
Existen mucha variedad de vallas, por lo que podemos elegir la que más nos guste y nos sea estéticamente y funcionalmente atractiva.
Si ya tenemos el estilo de valla elegido, nos pondremos manos a la obra para montarlas. No podemos pasar por el alto que las vallas de jardín ocupan menos espacio que los setos y su mantenimiento es más económico.
Para elegir la valla de jardín para hacer nuestro particular bricolaje, hay que elegir entre varios materiales y acabados, y por supuesto, teniendo en cuenta la altura de la valla, la longitud, el tiempo que pensamos tener la valla instalada y su finalidad.
Podemos clasificar las vallas disponibles en cuatro grupos:
- Vallas prefabricadas de plástico, suelen ser de poca altura para pequeñas zonas. Suelen ser débiles pero de fácil montaje para pequeños sectores de nuestro jardin.
- Vallas prefabricadas de aluminio, menos utilizadas que las de plástico pero algo mas resistentes y vistosas. También son de fácil montaje.
- Vallas de madera, existen múltiples diseños y modelos. Su altura suele estar limitada pero suficiente, requieren cuidados y mantenimientos periódicos, de fácil montaje, muy apropiadas para zonas con plantas o provisionales.
- Vallas metálicas de acero galvanizado, también con muchas opciones de diseño, son más caras que las demás pero más resistentes y duraderas. Suelen emplearse como soluciones definitivas y resistentes. Sin limitación en altura.